¿Por qué?
Diseñar una estrategia en sostenibilidad es crucial para asegurar la viabilidad a largo plazo de las operaciones empresariales, alineando objetivos con prácticas responsables que contribuyan al bienestar ambiental y social, fortaleciendo la reputación y generando valor a la empresa. Además, abordar la sostenibilidad no solo responde a demandas éticas y regulatorias, sino que también puede resultar en eficiencias operativas y ventajas competitivas en un mercado cada vez más consciente y orientado hacia la responsabilidad social.
¿Cómo?
Analizamos en profundidad la competencia y las tendencias del mercado:
- Identificamos las prácticas sostenibles adoptadas por las empresas competidoras
- Evaluamos tendencias de consumo y demandas de sector en materia de sostenibilidad (tanto a nivel nacional como internacional)
Estudiamos el contexto regulatorio:
- Analizamos la normativa nacional y de la Unión Europea relacionadas con sostenibilidad
- Evaluamos posibles cambios regulatorios y su impacto a corto y largo plazo en la empresa
Realizamos un diagnóstico Interno:
- Evaluamos las prácticas internas actuales en sostenibilidad
- Determinamos áreas de mejora y fortalezas para definir el posicionamiento sostenible de la empresa
Definimos objetivos y KPIs (indicadores de seguimiento):
- Establecemos metas claras y medibles
- Identificamos indicadores clave de desempeño (KPIs) para evaluar el progreso
Implementamos un Plan de Acción:
- Definimos un plan detallado con acciones concretas
- Asignamos responsables y recursos para cada iniciativa
- Establecemos un calendario de implementación e hitos
- Establecemos un sistema de seguimiento y mejora continua
¿Qué valor aporta?
Diseñar una estrategia en sostenibilidad aporta un valor significativo a la empresa al fortalecer su reputación y relación con los stakeholders, mitigar riesgos regulatorios y ambientales, y abrir oportunidades para la innovación y eficiencia, generando un impacto positivo en la sostenibilidad financiera y ambiental a largo plazo. Además, al alinearse con las expectativas del mercado y las demandas sociales, la empresa puede ganar ventaja competitiva en un entorno empresarial cada vez más orientado hacia la responsabilidad social y ambiental.