Estamos de pleno en la campaña de promoción de planes de pensiones de las entidades financieras, que se apresuran a recordar que aportar a un plan tiene ventajas fiscales. Esto último es cierto aunque es muy necesario matizar y pretendo aportar algo de luz a la cuestión si a largo plazo la ventaja fiscal realmente compensa a la rentabilidad financiera que ofrece un plan. Analicémoslo!
Según Inverco, los españoles hasta finales de septiembre 2016 tenían invertido un volumen total de 68.000 millones de euros en el sistema individual de ahorro (voluntario) para la jubilación. La ventaja fiscal radica en que las aportaciones de hasta un máximo de 8.000 euros anuales por año se deducen de la base imponible en IRPF. Hasta aquí todo bien solo que no es el único aspecto que deberíamos tener en cuenta para poder valorar si nos conviene o no.
Tengamos en cuenta que la prestación con origen en un plan de pensión se considera ‘rentas de trabajo’, lo que conlleva que tanto las aportaciones como las eventuales ganancias obtenidas serán objeto de tributación al tipo marginal IRPF que uno tendrá en el momento del rescate. Por otra parte, destacar que la disponibilidad que se tiene con un plan es muy limitada. Solo podemos acceder una vez llegado a la edad de jubilación o solo después de 10 años contando a partir del 1 de enero de 2015 salvo excepciones en caso de grave enfermedad o paro de larga duración.
Pero el mayor punto de ‘suspensión’ de los planes es, sin duda, su baja rentabilidad en comparación con otros productos financieros que no están incentivados por el ahorro ligado a la jubilación. Los productos que mejor comparación permiten en este aspecto son los fondos de inversión tradicionales. Si como ejemplo comparamos los 10 mejores planes y los 10 mejores fondos que invirtieron en renta variable española en el plazo de los últimos 5 años, la foto (ver cuadro adjunto) habla por sí sola. La rentabilidad de los fondos tradicionales gana de media a la de los planes por casi un 5%.
Esta diferencia se amplía todavía más si analizamos los primeros 50 de cada producto y cuando más largo es el horizonte analizado. Es poco comprensible que productos que invierten en el mismo tipo de activo y en el mismo mercado puedan sufrir, de manera continuada, tanta diferencia en rentabilidad financiera.
Con todo, no es un secreto que los planes de pensión representan una especie de ‘regalo del cielo’ para las entidades por asegurarles una fuente de ingreso muy estable y de larga duración. Fruto de ello son las elevadas comisiones que al final no hacen otra cosa que ‘trastornar’ a la rentabilidad con el resultado de un menor incremento de su ‘hucha de jubilación’. Ya solo por este hecho -y por consecuencia lógica-, los planes deberían perder claro atractivo para usted que busca una renta complementaria a su jubilación.
Añadiría a ello también que el ahorro a través de los planes de pensiones solo compensa si la prestación después se cobra en forma de rentas periódicas; y si uno se encuentra muy cerca de la edad de la jubilación y con escasos ingresos en aquel momento debido a que el cobro se considera ‘rentas de trabajo’ que tributan a tipo marginal IRPF. De lo contrario, las ventajas fiscales de las que pudo haber disfrutado en las aportaciones anuales se pueden ver total o parcialmente esfumadas a la hora de cobrar, siempre en función de la forma en que se haga y de la edad que uno tenga.
En este sentido le invito a valorar seriamente la opción de ahorrar para su jubilación a través de fondos de inversión tradicionales, cuyas comisiones son inferiores y que ofrecen mejores rentabilidades que los planes de pensión (cuando más largo el plazo mayor probabilidad de ello existe). Con respecto a la ventaja fiscal de la que disfrutan los planes comentar que esta es mucho menos relevante sobre el largo plazo debido a que la diferencia en rentabilidad financiera es abismal cuando ahorra a través de productos de menor coste, como por ejemplo los fondos tradicionales.
Lo único que necesita para el sistema que le propongo es ‘férrea disciplina’. Pero le garantizo que vale la pena porque podrá ahorrar para su jubilación mucho más dinero en 10 o más años si lo hace como yo le propongo, y no a través del sistema común.
Christian Dürr es responsable de Asesoramiento Patrimonial en ÉTICA Patrimonios EAFI