Uno de los principales problemas a la que se enfrentan los mercados es que los activos cotizados cada vez están más correlacionados entre ellos y es difícil encontrar diferenciación al no ser que apuestes por un pequeño puñado de empresas que logran comportarse distinto al resto. A este efecto tiene mucho sentido mirar ‘fuera de la caja’ y sopesar activos no convencionales. Lo que cuenta en este tipo de inversión no es tanto lo que los demás estarían dispuestos a pagar en cada momento por este activo (cotización) sino la capacidad de cumplir con las condiciones acordadas a su vencimiento.
Existen alternativas interesantes en la inversión no tradicional. Para el inversor particular lo más sencillo son alternativas dentro del mundo del factoring o los descuentos de pagarés. En ambos casos se invierte en ‘economía real’, es decir, que tanto en facturas como pagarés el inversor adelanta circulante a las empresas a cambio de un descuento que a su vez se convierte en el beneficio de la inversión. El compromiso medio para una tal inversión hasta su vencimiento es de entre 2-4 meses. El nominal no cotiza porque no existe un mercado oficial y a vencimiento se renueva en busca de un nuevo compromiso.
En todo caso es preferible ir de la mano de un asesor financiero cualificado, ya que es imprescindible que se analice bien la solvencia de las empresas que actúan de contrapartida a los compromisos adquiridos. La disponibilidad del dinero la puedes tener en cada vencimiento y en caso de factoring existe la posibilidad de obtener una garantía por parte de Crédito y Caución para el riesgo de impago en caso de concurso de una empresa no cumplidora.
Luego otro tema muy interesante son los préstamos a un grupo de empresas bien seleccionadas. Solo existen algunas pocas gestoras de fondos que se dedican a ello. Las que lo hacen bien destacan por seleccionar bien las empresas a las que se presta y buscan fórmulas de menor liquidez y escaso mercado público. De costumbre mantienen un mecanismo permanente para poder dar liquidez en 30-60 días en caso de necesidad de un inversor y sin tener que descomponer la estructura de préstamos establecida. Una inversión al fin que no debería estar tan expuesta a la volatilidad del mercado al no tener un mercado publico oficial.