Con los mercados financieros mostrando una fuerza que pocos esperaban es un buen momento para analizar el potencial que esconde y también los riesgos que contrae. La idea es aportar algo de luz a las preguntas que ustedes puedan hacerse a estas alturas del ciclo bursátil y que le sirvan como guía en sus decisiones de inversión.
Lo primero pasa por entender que el ciclo bursátil se divide en cuatro fases y éste suele ir algo por delante del ciclo económico real. Para facilitar el lenguaje vamos a llamar las fases igual que las cuatro estaciones del año: primavera, verano, otoño e invierno. La primavera sería en este caso el equivalente a la fase 1 del ciclo bursátil y el invierno la fase 4, es decir, el final del ciclo.
La fase en la que supuestamente nos encontramos en la actualidad bursátil sería equivalente a otoño (fase 3), tal vez con la mirada puesta en el inicio de invierno en lo que se refiere exclusivamente a Estados Unidos. En la fase 3 suele producirse el cambio de la política monetaria expansiva a la de restrictiva y esto típicamente se ve traducido en mayores crecimientos económicos, mayor presión inflacionista y un incremento en los tipos de interés. Apunten: la renta variable en esta fase ya no suele ser el activo más atractivo para los inversores y las preferencias van más dirigidas hacia activos expuestos a las materias primas o a valores de pymes y medianas empresas cuya evolución suele ir algo retrasada en el ciclo económico real.
El momento más crítico para un ciclo bursátil es cuando llegamos a un punto bien entrado en el ‘invierno’ (fase 4) del ciclo. Es difícil predecir cuándo se produce este momento en concreto pero muchas veces coincide con la percepción de los inversores de que los niveles de tipos de interés han alcanzado su cenit. Es decir un nivel a la larga poco soportable para las economías con desajustes a la vista y como consecuencia una desaceleración económica. Es en aquel momento cuando los mercados anticipan y las bolsas podrían sufrir retrocesos importantes. Estar expuesto a activos refugio o de mercado monetario es lo que preservara su capital en aquel preciso momento. Lo segundo es tener claro que nunca sabemos con exactitud en que punto de cada fase nos encontramos en el ciclo bursátil. A continuación intento dar respuestas a esta cuestión en cuanto a la situación actual.
- ¿Por qué las bolsas no parecen muy asustadas por las primeras subidas de tipos que en teoría indican que queda menos recorrido? Se incumple la teoría y podría haber algún aspecto psicológico detrás: Trump quiere menor regulación para los Bancos lo que sería un balón de oxígeno para los valores del sector financiero. Aparte de esto también no son pocos los inversores que piensan que la FED tendrá que abortar el ciclo alcista de tipos actual. Este último punto no es el escenario que esperamos pero por ahora da soporte a las bolsas. Un indicador típico que señala que estamos en el ciclo muy avanzado es cuando los inversores empiezan a ponerse eufóricos. ¿Existe actualmente euforia en los mercados? No, hubo alguna fase muy breve pero siempre ha habido interrupciones. Muchos inversores siguen siendo muy escépticos con los avances que hemos visto lo que deja margen para más avances en el futuro próximo, aunque se produzcan con interrupciones.
- ¿Cuándo podría llegar al momento crítico donde las bolsas se desinflaran? Uno de los indicadores más importantes son los niveles de la curva de tipos de interés a largo plazo (las letras de tesoro americano a 10 años). Cuando estos alcancen rentabilidades del 3-4% empiezan a ser una alternativa muy interesante frente a la Renta Variable y como consecuencia podrá haber movimientos de un activo hacia el otro.
- ¿Cuándo podrían alcanzar las Letras del Tesoro americano estos niveles? Tal vez después de otras dos subidas adicionales de tipo de interés en EE UU. En caso de faltar poco para que lleguemos al punto crítico del ciclo bursátil en Estados Unidos, este se produciría a unos niveles de tipo muy alejados de los niveles máximos históricos. ¿Cómo se explicaría? Los tipos reales se adaptan a la productividad real y los niveles de crecimiento que ya no son los mismos que se veían en otras décadas. La populación en los países occidentales envejece con menos personas en activo, lo que causa desajustes importantes y reduce la expectativa de tasas de crecimiento, inflación e tipos de interés.
- ¿Puede tener continuidad el excepcional comportamiento de la renta fija durante la última década? Lo lógico sería que tarde o temprano el Banco Central Europeo (BCE) siga la línea marcada por la Reserva Federal y comience a subir tipos. Aquel será sin duda un momento difícil para le Renta Fija. Solo con alguna medida extraordinaria como por ejemplo activar ‘la imprenta de billetes’ le daría más vida al ‘superciclo’ que ha tenido la Renta Fija en los últimos 10 años.
Christian Dürr es responsable de Asesoramiento Patrimonial en ETICA Patrimonios EAFI