mayo 16, 2023

¿CERTIFICACIONES DE SOSTENIBILIDAD? O … ¿CÓMO DEMOSTRAR QUE TU EMPRESA ES SOSTENIBLE?

La sostenibilidad empresarial ofrece una oportunidad para posicionarse estratégicamente. Sin embargo, a veces se cae en el greenwashing, y ello a su vez, pone en peligro la credibilidad de las empresas que, en cambio, SI se esfuerzan para convertir la sostenibilidad en un pilar transversal de su estrategia. El reto sin duda, es cómo discernir cuando una empresas es realmente sostenible y cuándo lo dulcifica en exceso. Y para ello, mal que nos pese, en ocasiones sólo nos quedan las distintas auditorias y certificaciones, que aseguran que lo que decimos, realmente es así.
Cuando hablamos de certificaciones en sostenibilidad, lo primero que viene a la cabeza son las ambientales (ISO 14001) o incluso alguna laboral (ISO 45001). Sin embargo, actualmente, hay varias certificaciones que permiten un enfoque ASG global.
A nivel nacional, Forética dispone de la norma SGE21 que despliega los requisitos certificables de gestión ética y socialmente responsable. Es una norma que permite alinear la gestión y los valores de la organización, pero sin embargo, es poco reconocida fuera de España.
A nivel internacional, la certificación quizás más antigua, es la SA8000, creada en 1989 en Estados Unidos por SAI (Social Accountability International). Todos los requisitos que incorpora esta norma se basan en los convenios de la OIT y la normativa internacional de Derechos Humanos. Su última versión (actualizada en 2014) exige una implementación de un sistema de gestión de prácticas laborales con un enfoque claro en las condiciones laborales de los y las trabajadores/as incluyendo requisitos de debida diligencia de control de proveedores. Esta certificación es una buena alternativa, sobre todo, para certificar la actividad en países con alto riesgos de vulneración de los Derechos Humanos; pero su alcance es limitado al ámbito social.
En 2010, también en el marco internacional, con el objetivo de crear la primera norma certificable, se desarrolló la ISO 26000. Sin embargo, finalmente diversos factores desencadenaron que no fuera así, y que la misma quedara como una de las guías más completas a nivel internacional que recoge las buenas prácticas existentes y ofrece estandarización de los criterios aplicables.
Para soslayar dicha situación, se creó la certificación SR 10. Esta norma desarrollada por IQNet a partir de, entre otros, la antigua norma RS10 de AENOR (a la que sustituyó), sigue la estructura de las normas ISO (y de hecho es compatibles con ellas), y se nutre de la metodología de la ISO 26000. La SR10 exige la implantación de un sistema de gestión integral basado en el mapa de riesgos de la organización y abarca todos sus grupos de interés; al tiempo que requiere establecer objetivos concretos y una estrategia de sostenibilidad que responde a los riesgos identificados. Y, por tanto, es una buena alternativa si se pretende incorporar un sistema de gestión de la sostenibilidad, eficaz, medible y funcional, poniendo el foco en la estrategia, y diálogo con grupos de interés, siendo quizás la certificación más amplia existente en estos momentos.
Y, por último, no podemos hablar de certificaciones sin mencionar a B CORP. B CORP es mucho más que una certificación, es una comunidad de “empresas con proposito”, que fomenta el intercambio de buenas prácticas, oportunidades de negocio y de transformación empresarial. B CORP también es un movimiento, que, tanto en España como en otros países, está consiguiendo generar cambios legislativos, reivindicando el rol de las empresas como promotores del cambio. Se trata de una certificación que, aunque con una visión muy americana, acredita que la empresa cumple con los altos estándares de desempeño social y ambiental, responsabilidad y transparencia.

Con todo, si quieres evitar caer en el greenwhashing y defender la imbricación de la sostenibilidad en la estrategia e implicación de la dirección, obtener una certificación puede ser una buena alternativa. Sin embargo, como quiera cada una tiene un enfoque y particularidades distintas, razón por cual se debe analizar estratégicamente la implicación y repercusiones de cada una de ellas.

Kati Mazharova – Consultora en Sostenibilidad y DDHH Ética

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