Los grandes bancos están en el punto de mira. Y es que su comportamiento vuelve a estar en entredicho. Está claro que tienen libertad en la fijación de sus precios, pero lo que no pueden hacer es camuflar su interés y priorizarlo frente al de los clientes, y menos, montando un teatro para ello. Los actos son tales que el expresidente de la CNMV, Manuel Conthe, los ha calificado de ‘pantomima’.
Durante estos últimos días hemos podido leer la noticia de que la Comisión Nacional de Mercados y la Competencia (CNMC) ha multado a cuatro grandes bancos con una cuantía de 91 millones de euros en base a la ley de defensa de la competencia. Una multa histórica al ser la más alta dirigida contra bancos. La sanción deriva del engaño a una estimación de cientos de empresas, de las cuales, de momento, 40 casos han sido probados.
La operación concreta de este engaño era la concesión de crédito, cubierto con un derivado para fijar un tipo de interés máximo a pagar por el cliente para project finance, es decir, financiación de proyectos. La implicación de diversas entidades se debe a que estructuraban la financiación a través de un crédito sindicado. La inclusión de este tope máximo incluía un interés mínimo supuestamente ‘a precio de mercado’.
Juzguen ustedes mismos la forma de realizarlo. Los traders de tesorería pactaban entre ellos las condiciones que iban a conceder a los empresarios. Posteriormente, en la firma ante notario, fingían hacer llamadas a sus entidades para conocer los precios de mercado de ese derivado. Como no podía ser de otra manera, todos ofrecieron el mismo precio o similares. Consecuencia del pacto y tal como puede extraerse de la resolución de la CNMC, los swaps tuvieron precios “por encima de los que las entidades bancarias estarían dispuestas a ofrecer en ausencia de colusión”.
Todos los bancos confirman que van a recurrir la decisión. El argumento principal que van a utilizar, según fuentes de una de estas entidades es que «el producto reclamado es un sindicato y en un sindicado se necesita pactar los tipos de interés». En este artículo no vamos a debatir si es correcto que los bancos pacten precios en estos casos o no, que al final parece ser que es lo que más les preocupa a éstos. Si los bancos han actuado conforme a derecho o no lo decidirá el juez.
Pero ¿debería haber una sanción por haber tenido un comportamiento poco ético? Codicia y desprecio. Desde luego, nadie niega la inexistencia de este. Sin ir más lejos, la CNMC ha recibido solicitudes de las entidades bancarias para que no se hagan públicos los correos electrónicos ni los audios aportados como pruebas para no crear ‘alarma así social’, por lo ofensivo y peligroso para el sistema que sería escuchar la codicia y el desprecio con el que hablan los ejecutivos de los clientes a los que iban a meter comisiones ocultas.
En nuestra opinión, sería positivo que estas pruebas se hagan visibles porque es información de interés público. Creemos que sería una política de trasparencia que favorecería a los usuarios. Quizás está posibilidad favorezca un cambio en la conducta de los directivos de estas entidades que deberían disculparse y rectificar. Esperamos que, a través de políticas de transparencia, nuevas normativas y las correspondientes sanciones consigamos una mayor protección de los clientes.
Agustín Galbis – Asesor Patrimonial en Ética Patrimonios EAFI
Vía Valencia Plaza