noviembre 17, 2023

PERO, ¿QUIÉNES SON LOS BUENOS AQUÍ?

En 2024 se cumplirán 15 años desde la regulación del Asesoramiento Financiero en España, allá por 2009, como consecuencia de la transposición en España de la Directiva Europea MiFID: Markets In Financial Instruments Directive. Esta directiva nació en plena crisis financiera mundial, y su objetivo principal era proteger al ahorrador a través de un sistema financiero más transparente, ético y seguro para todos. Una de las herramientas que aquellos reguladores consideraron clave fue la creación de las Empresas de Asesoramiento Financiero Independiente (EAFI), con el objetivo de conformar una red de profesionales que pudieran asesorar a sus clientes sin conflicto de interés y evitarles escándalos y estafas como las vividas durante la crisis. Como era de esperar, un propósito tan ambicioso no se consigue con una única Directiva, por lo que hemos visto nuevas iniciativas en años recientes y próximos: MiFID II, MiFID III y Green MiFID. Además, también en 2009 tuvo lugar la fundación de la Asociación Nacional de EAFI (ASEAFI), que tuve el honor de presidir en estos últimos 4 años y que, por tanto, cumple 15 años en unos meses.

Esta efemérides es una excusa perfecta para analizar el estado del Asesoramiento Financiero en nuestro país, y ver si aquel esfuerzo regulatorio consiguió uno de sus objetivos: el desarrollo del asesoramiento financiero independiente en España. Sin meternos en cifras y números, la realidad es que ha sido un camino muy difícil para todas estas EAFI (ahora llamadas EAF), fundadas y lideradas por profesionales que salieron de la banca privada persiguiendo unos valores humanos, un nuevo modelo más justo con el cliente y una independencia de asesoramiento alejada de los intereses bancarios que reinaban en las entidades, y que desgraciadamente siguen prevaleciendo habitualmente en contra de sus propios clientes.

De este modo, las apenas 200 EAF que sobreviven hoy en España han ido sufriendo las oleadas regulatorias del sector al mismo nivel que las grandes entidades bancarias, con poca sensibilidad hacia su propósito, menor tamaño y limitados recursos. Por otro lado, el mercado no ha ayudado últimamente: la inflación, la volatilidad y los tipos de interés han presionado los costes, empujando a muchas pequeñas empresas a desaparecer o fusionarse buscando tamaño y economías de escala. La tecnología se ha revelado como clave para poder seguir compitiendo con una banca cada vez más concentrada y reducida a grupos enormes, muy alejados de la realidad de sus propios clientes particulares. Como ejemplo, según el último informe del sector de PwC, las 10 mayores gestoras de activos en Europa controlan el 50% del patrimonio global, mientras que en EEUU el 97% de los ETF -fondos de inversión cotizados- se encuentran así mismo en manos de una decena de entidades.

Curiosamente, a pesar de que esta aplicación regulatoria poco sensible, cuadriculada y con nula visión estratégica ha frenado el desarrollo del asesoramiento independiente, la propia evolución del mercado y de los ahorradores está generando esperanza no sólo en las EAF, sino en muchas entidades medianas que siguen creyendo en la función social de nuestra profesión. En efecto, aunque parece que el regulador prefiera pocas y grandes entidades versus muchas y pequeñas, y que España siga en el furgón de cola europeo en formación financiera de sus ciudadanos en general, los nuevos inversores disponen de mayores conocimientos financieros, y son más precavidos y exigentes con sus proveedores de servicios financieros. Efectivamente, esta nueva demanda está consiguiendo que algunas entidades independientes crezcan y compitan con la gran banca no sólo por calidad y rentabilidad, aspectos incontestable, sino también por costes; y todo ello sin grandes marcas ni presupuestos de marketing.

En resumen, la lucha continua contra viento, marea, mercados y regulación asimétrica. Los asesores independientes seguimos solos y sin más apoyos que nuestros fieles y convencidos clientes, pero contamos con algo que las grandes entidades carecen y que nos impulsa cada día: sabemos que somos los buenos.

Nos reconocerán siempre al lado de nuestros clientes, al menos 15 años más. Felicidades a todos/as nuestros/as compañeros/as que creen en que otro modelo es posible. Y a todos ustedes, les animamos a que salgan del matrix bancario y comparen servicio y condiciones con un asesor independiente. No se arrepentirán.

Suscríbete a Sources

Ir a Linkedin
Más en Twitter

Próximo artículo