Con el anterior titular no quiero ser ‘fatalista’, solo preventivo. También confío en que la historia no repite, al menos no de la misma manera. Solo me parece interesante compartir con ustedes algunas reflexiones que me hice a mí mismo después de leer una entrevista realizada a Robert Shiller, Premio Nobel de Economía en 2013 y padre intelectual del ratio ‘CAPE Shiller P/E’ o ‘PER de Shiller’ como lo solemos llamar aquí en España.
El PER es un ratio bursátil que mide la relación entre el precio actual de un índice bursátil y el beneficio neto real medio en los últimos 10 años de la empresa que se analiza en concreto. Cuando más elevado este ratio es, más cara se considera la acción de la empresa en relación con el nivel actual del índice bursátil de referencia.
Shiller en su entrevista deja entrever que la bolsa americana en los niveles actuales se podría considerar ‘cara’ pero todavía no ‘muy o súper cara’ y hace un paralelismo interesante con los años 20 del siglo anterior. En los años ‘algo alocados’ entre 1923 y 1929 el presidente electo en EE UU fue un tal Calvin Cooligde. Este personaje, que tenía mucho en común con el presidente americano ahora electo, aplicaba una política bastante ‘cool’ (tal y como reza textualmente en parte de su apellido).
Sus ideas eran comparables a las ideas con las que ahora ha llegado Donald Trump al trono americano: dejar que la economía se desarrolle por su propia inercia, reducir impuestos, limitar inmigración y propagar políticas de aislamiento. En la época de Coolidge estas políticas funcionaron durante un largo periodo hasta que el ambiente se truncó y la opinión de repente dio un giro radical que dio lugar al crack bursátil de 1929.
Políticas ultraliberales
Por supuesto ahora es muy pronto para intuir lo que va a suceder en la era ‘Trump’ pero al menos con esto tenemos una referencia para saber cuál puede ser el gran riesgo de su mandato: ‘un cambio radical y repentino de opinión de los que hoy confían y apoyan sus ideas’. Sabemos que Trump es un gran motivador y que ha sabido sacar el máximo ‘jugo’ a los proyectos en los que sus empresas estaban involucradas. Puede que también sepa sacar máximo beneficio para los intereses económicos de su país pero ¿qué pasará si algún día sus votantes se dan cuenta que ‘lo del café para todos’ no funciona y que políticas ultraliberales no garantizan prosperidad individual?
Analizándolo con la cabeza fría (dejando fuera lo puramente político que indudablemente nos ocupara en 2017 y también descartando un incremento fuera de control de la inflación) es probable que solo la psicología de los inversores (sus cabezas piensan en el ‘emprenderismo trumpiano’, la menor tributación y regulación, el mayor gasto publico acompañado de inversiones en infraestructuras) nos lleve a cotas más altas en los mercados financieros durante la primera etapa de la era Trump. Al menos no sería la primera vez que en las cabezas se proyecte una mejora sin que en el entorno real se consuma este hecho. Pero bastaría con que la mayoría de la gente lo cree, sin más.
En el precedente de los años 20 en el siglo anterior funciono bien durante 5 años hasta que pincharon las ‘burbujas’. Lo que vino después fue una década recesiva muy dura para todos los países y una época para mejor no recordar. Hoy curiosamente se da la casualidad de que los papeles parecen invertidos: llega un presidente americano ultraliberal (en lo que se refiere a lo económico) al final de una década en la que los crecimientos han estado reprimidos. ¿Será esto un buen augurio de cara a los próximos 5 años? Ójala la respuesta sea afirmativa! Quien sabe, tal vez en esta ocasión todo empieza mal para terminar mejor….
Christian Dürr es responsable de Asesoramiento Patrimonial en ÉTICA Patrimonios EAFI